Documental porque no soy una fotógrafa pesadilla que busca la pose perfecta para mi perfil de instagram (a no ser que lo queráis vosotros).
Soy muy disfrutona, y entiendo a las personas que quieren vivir el momento sin guiones ni rutas preestablecidas. Creo que es como mejor se disfrutan los momentos.
Dentro de la planificación que supone una boda, os doy el humilde consejo de que viváis ese día al máximo: que os riáis hasta que os duela la barriga, que os manchéis de miles de pintalabios, que hagáis la conga, la croqueta y todo lo que os de la gana. Porque mi cámara, cual intrépida exploradora, captará sólo lo que ve.
Al final yo hago las fotos, pero quién cuenta la historia, sois vosotros.